En este mes en el que honramos especialmente la memoria de los hermanos difuntos, nos dirigimos a nuestra Madre, María Santísima de la Concepción, que viste de luto en recuerdo de todos sus hijos que han partido de este mundo, para encomendarle el cuidado de sus almas y por su intercesión puedan un día resucitar en Cristo, nuestro Señor.
ORACIÓN: Oh María, Madre de Misericordia: acuérdate de los hijos que han muerto en la esperanza de la resurrección, presenta sus sufragios y méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus culpas y los traslade desde las tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos. Amén.
Santísimo Cristo de los Milagros y María Santísima de la Concepción, rogad por las almas de nuestros hermanos difuntos.
